martes, 29 de octubre de 2013

No voy a caer

No voy a caer en el cliché literario de pedir que el tiempo pare para que de ese modo yo le pueda pegar para sacar afuera lo que alguna vez estuvo adentro y nunca tuvo ganas de salir.

No voy a caer en llorar por 10 años de cosas no hechas que deberían de haber sido resueltas, dejando un yo que no quiso ser, un piano que quiso sonar y un ayer que dice que todos los problemas se escondieron por ahí.

No voy a caer en pedirte que cambies tu rictus de ojos mal sumados y cara de congoja adolescente, ya que lo que mas quiero es que te escapes conmigo para ser testigos en silecio de los puteríos que tenemos cerca.

Ni por un minuto voy a cambiar el día mas oscuro al lado tuyo por la mejor noche de jarana.

No voy a cambiar tu suponer casi sin escuchar, tu sonrisa mateada a la mañana, ni la remera aquella que era de mi hermana.

Quiero suponer y animarme a pensar que voy a prosperar frente a los demonios que aparecen para vestirme de camaleón las veces que no quiero vestirme de varón.

No voy a caer en intentar cambiarte por ese rocanrol mal sonado. No voy a caer en esperar las disculpas de algo que no hay que disculpar y mucho menos perdonar.

Vení, mujer, acercate. Pensa que puede haber un campo de fruitllas más alla de la espina más grande de aquella rosa roja.
Veni, mujer quedate al lado. Dibujate en la cara una curva asonrisada y dejame llevarte en mi bondi, sin escalas, al más alla del más acá.

No voy a caer en proponerte ser el hombre que no puedo ser, mientras que plácidamente te entrego lo más hondo de este compañero que quiere estar.

No voy a caer, pero con gusto te invito a evitar las escaramusas de esta aventura en la que te sueño acompañar.