jueves, 8 de mayo de 2008

La época chanta

Antes de comenzar con esta reflexión, quiero aclarar que lo que viene a continuación puede generar un dejo de resistencia y no aceptación a la hora de la lectura, pero bueno esta es mi manera de pensar sobre un tópico y me gustaría plantearlo.

Lo que denomino como "la época chanta" no es nada más ni nada menos que el intervalo cerrado ubicado entre los días 24 y 31 de Diciembre (según el calendario Gregoriano). Para aclararlo la época en cuestión va desde la víspera del nacimiento de Jesús hasta el final de la epopeya de los 364 ó 365 (según si el año es bisiesto o no) días anteriormente vividos (véase que el 31 de Diciembre no está incluido).
Ahora viene el por que denominar época chanta a este período del año.
Bueno, de manera inexplicable, este período genera en la gran mayoría de los seres un exceso de reflexión, buena voluntad y esperanza semejante a ningún otro día del año, sin ninguna explicación aparente. O sea, de alguna u otra manera el "esta todo bien", "olvidémonos de lo que pasó" o "que bueno que estuvieras acá" pasan a ser las frases del momento, cuando en cualquier otra época del año quizás no dudaríamos en dejar pasar un error, dar el beneficio de la duda o simplemente "perdonar" a alguien.
Mi duda aquí (dada mi condición de ateo) es: ¿que tiene que ver con que haya nacido Jesús con que yo tenga que estar con buena onda? u otro ejemplo: ¿por que tengo que perdonar a alguien que me hizo daño y olvidar las cosas sucedidas por que estoy viviendo entre el 24 y 31 de Diciembre?.
Lo que encuentro terriblemente complicado de explicar y a la vez de entender, es por que en esta época muchos familiares tremendamente peleados por algún motivo, se olvidan de todo y se juntan en la cena del 24 o el 31 de Diciembre.¿Acaso no tenían otro día para plantearse que estar peleados era tremenda pelotudez?.
¿Por que familiares o amigos que apenas se contactan pocas veces al año se congregan en un mismo sitio?, pasando desapercibido que quizás se necesitaron durante el resto del año pero sigue todo como si nada. ¿Las tarifas telefónicas eran excesivamente altas como para no llamarse unos a otros?. ¿No sabían como mandar un
mail?. ¿No tuvieron durante el año ningún fin de semana libre para juntarse?.

También en esta época no se por que demonios se le da a la gente por acordarse, mas que antes, de aquellos que ya no están, cosa que estoy totalmente en desacuerdo visto que me parece que lo único que hace el tiempo es adormecer la pena, la cual no tiene por que aflorar en un período específico, por que el que no está, no está durante todo el año. O sea, si el recuerdo de esa persona esta en la memoria, no hace falta que justo el día que termina el año o en la víspera que nació Jesús se tenga esa evocación más que cualquier otro día del año; ya que si esa persona esta verdaderamente en la memoria puede volver a nosotros cuando queramos, dada la fabulosa condición que tienen los buenos recuerdos.
Pero esta época también tiene sus cosas favorables, como por ejemplo darse cuenta que se llega a fin de mes alegre (no se si por el aguinaldo) y que uno al otro día del momento festivo puede dedicarse a apaciguar la resaca (en caso de tenerla) y a continuar ingiriendo alimentos hasta el hartazgo.

Lo que quería dejar planteado aquí es que también se podría tener un día donde no tengas que decir la popular palabra "Felicidades" o el también ultra conocido "Feliz año" sino que simplemente levantes el teléfono y le preguntes a esa persona ¿cómo estas? o se comparta un momento con alguien sin necesidad de estar en un estado etílico tan avanzado que pueda llegar a ser capaz de hacerte romper en sollozo.
Quise plantear lo de la época
chanta dado que nos sobran días en el año para decirle a alguien que se le quiere o se le extraña o también para perdonar lo imperdonable, sin hacer uso de la religión o el calendario, sino simplemente haciéndolo por que a uno le vienen ganas. Pero todas estas cosas se ve que quedan mas estandarizadas haciéndolas en esta época.

1 comentario:

Edmundo Moris dijo...

Agregaría a tu reflexión que en ese período de tiempo no se suele trabajar. Es un período sangüche (ver tu post anterior) entre feriado y feriado en el que la gente se va de vacaciones, o hace bicho.
Yo soy distinto: junto a la sala de parto en la que salí al mundo, en Impasa, había un equipo de resonancia magnética que quedó activado, y se ve que eso me afectó de alguna forma extraña. El resultado es que tengo una inversión en el período sangüche navideño: en lugar de descansar, yo trabajo mucho esos días. Por el contrario, el período típicamente laborable que va del 2 de enero al 24 de diciembre, se me activa el efecto sangüche y ahi si que no hago nada y perdono y olvido todas las maldades de que soy objeto y sujeto.