martes, 4 de noviembre de 2014

Es hora

Es hora de tratar de ver el cielo atrás de toda esas fantasmagóricas promesas paganas prodcuto de estos tiempos electorales.

Es hora de tratar de entender que las cosas no dichas nunca suman sino que al revés, siempre restan.

Es hora de mirarte y decirte lo que siento y es hora de que entiendas que si bien las palabras muchas veces vuelan con el viento, en este caso están tan simentadas en mi alma, que no se van a mover.

Es hora de tratar de ver lo equívoco de mis actos y acciones, resumir, sumar y restar, pata terminar pasando raya y ver que lo negativo del ejercicio de mi ser sigue gritando y protestando para que se abran las puertas de la boveda celeste de tus pensamientos, para poder ser la pieza faltante de ese puzzle que no se arma.

Es hora de ver que cuando el cuerpo y el alma pasan factura hay que prestar atención y ver que la exponensiada soledad no es mas que otra moneda que cayó y hoy vale lo mismo que un maldito patacón.

Tu hora, mi hora, nuestras horas pasan separadas por la distancia que en un momento nuestro cielo unió.

Tus horas, mis horas, nuestras horas pasan. Separadas. Y hoy solo pienso en reventar.

1 comentario:

Zapallo. dijo...

Gepequerido.

Es hora.